miércoles, 31 de octubre de 2012

CASO CLÍNICO TRASTORNOS MENTALES ORGANICOS

Se trata de paciente masculino de 51 años de edad el cual se encuentra en urgencias por presentar sangrado de tubo digestivo alto ya controlado, a la exploración neuropsiquiatrica observa atención disminuida, memoria inmediata disminuida, así como tristeza y tendencia al llanto, cuenta con antecedentes de alcoholismo, se realizo una IRM.


PREGUNTA
Considerando la imagen y la clínica cual es la impresión diagnostica.

RESPUESTA
a.- Hematoma subdural.
b.- Hematoma epidural.
c.- Hemorragia intraparenquimatosa.
d.- Higroma subdural.

domingo, 28 de octubre de 2012

TRATAMIENTO PARA TRASTORNOS MENTALES

CASO CLÍNICO TRASTORNOS MENTALES ORGANICOS

Hombre de 34 años de edad, quien tenía una larga historia de dolor de cabeza y una sola convulsión tónico-clónica.


PREGUNTA
Cual es el diagnostico mas probable.

RESPUESTA
a.- Aneurisma.
b.- MAV.
c.- Cavernoma.
d.- Astrocitoma.



TRASTORNOS MENTALES DE ORIGEN ORGANICO

CASO CLINICO


Masculino de 65 años de edad, diestro con  antecedentes de accidente cerebrovascular previo, asociado con una hemiparesia izquierda muy suave y fibrilación auricular. De pronto experimentó hormigueo en la mano izquierda y el brazo, y en el examen tenía un síndrome de negligencia izquierda: él no pudo explorar la mitad izquierda del espacio, y los estímulos visuales y táctiles izquierda izquierda cuando ambas partes presenten simultáneamente. Las imágenes de RM se obtuvieron aproximadamente 15 horas después de la aparición de nuevos síntomas.


PREGUNTA
Cual es la causa mas probable del cuadro que presenta el paciente.

RESPUESTAS
a.- Hemorragia cerebral.
b.- Isquemia cerebral transitoria.
c.- Embolia cerebral.
d.- AneuriSma.

CASO CLÍNICO PARA RESOLVER


CASO CLÍNICO

Paciente de 48 años de edad, hombre diestro con dificultad repentina para hablar durante el trabajo. Hipertenso sin tratamiento,afebril, TA 168/106 con FC 100 lpm. Estaba alerta, atento y orientado en su totalidad. Con discurso escaso con repetición intacta. Tenía comprensión intacta por órdenes sencillas, pero con un poco de dificultad con frases gramaticales complejas. Tenía una paresia facial derecha consistente con un patrón de neurona motora superior. No tenía la menor desviación pronación y la potencia máxima. Examen sensorial está intacta a las modalidades de primaria y cortical. No tenía dismetría y una marcha normal. Reflejos de estiramiento muscular son 2 + y simétricos. Su reflejo plantar extensor derecho era  anormal. 


PREGUNTA
Considerando los sintomas y la neuroimagenes cual es el diagnostico mas probable.

a.- Afasia de motora.
b.- Afasia sensitiva.
c.- Afasia transcortical
d.- Isquemia cerbral transitoria.

DEMENCIAS SESION CLINICA

martes, 23 de octubre de 2012

SEGUNDO CASO NEURPSIQUIATRICO

Estas imágenes son de un hombre de 86 años de edad, con antecedentes de fibrilación auricular y diabetes mellitus, que tenían la aparición repentina de fluido afasia. Las imágenes son a partir de tres puntos de tiempo y demostrar la evolución del infarto. Nótese la hinchazón del tejido infartado y la distorsión de los tejidos circundantes.


CASO CLINICO NEUROPSIQUIATRICO


Masculino de 63 años, diestro, sano hasta temprano en la mañana del ingreso, cuando tuvo una racha de 5 minutos de hormigueo en la mejilla derecha, seguida por la incapacidad de hablar. Se mantuvo alerta y tenía memoria intacta de los hechos. Él era capaz de comunicarse con gestos con las manos, pero señaló durante el transporte al hospital que su mano derecha no estaba funcionando correctamente. No podía escribir con la derecha o la mano izquierda. Su habla volvió durante el transporte al hospital, menos de 60 minutos después de la aparición del episodio.
No había antecedentes. Diabetico e hipertenso desde hace 5 años.

Estaba alerta y orientado, con escasez de expresión, y algunas dudas en encontrar palabras. Tenía una leve hemiparesia derecha, afectando triceps y extensores de la muñeca. La glucosa sérica fue de 166, pero toda la química sanguínea y hematología otro era normal. EKG mostró evidencia de hipertrofia ventricular izquierda y un 24 horas de monitoreo Holter fue normal. La radiografía de tórax fue normal excepto por una aorta tortuosa. MRA fue normal. El infarto de miocardio se descartó. Él se inició el heparina intravenosa y luego se convierte a la warfarina. En los próximos 7 días, los déficit lentamente resuelto.


miércoles, 17 de octubre de 2012

martes, 16 de octubre de 2012

Panhipopituitarismo postraumático



El hipopituitarismo es un síndrome clínico resultante del déficit de una o más hormonas hipofisarias. La etiología es múltiple: cirugía, tumores, infecciones, siendo los traumatismos craneales  una causa infrecuente. Debido a que los pacientes fallecen, o a que las manifestaciones clínicas no son reconocidas inmediatamente y pueden tardar incluso años en detectarse, es difícil atribuir la insuficiencia hipofisaria al traumatismo.
Presentamos el caso de un paciente de 51 años, con antecedentes de traumatismo craneoencefálico, contusión cerebral frontobasal, hemorragia subaracnoidea postraumática y meningitis aséptica, hace 10 meses, por accidente laboral. Desde el traumatismo presenta: impotencia sexual y disminución de la libido, astenia, anorexia, así como poliuria, polidipsia y nicturia (estos últimos desaparecieron espontáneamente a los cuatro meses del traumatismo). El paciente refiere asimismo tendencia al sueño, abotargamiento, caída de pelo y disminución del ritmo de afeitado, cuadro que ha ido progresando hasta acentuarse a raíz de un catarro. Exploración física: temperatura, 36 ºC; presión arterial, 60/40 mmHg, y frecuencia cardíaca, 40 pulsaciones/min. Se trata de un paciente joven, con mal estado general, pálido, con piel seca y áspera, ausencia de pelo en cola de las cejas, disminución del vello axilar y pubiano, abotargado y con tendencia al sueño. La auscultación cardíaca revela bradicardia. El resto de la exploración no muestra datos relevantes. ECG: bradicardia sinusal. Analítica: hematimetría normal; glucosa 74, colesterol 290, CPK 930, LDH 515, GOT 91 y GPT 46. TSH 0,08  µU/mL (n= 0,38-4,7), T4< 0,4 ng/Ml (n= 0,7-1,8); cortisol 1,9 (n= 5-29). ACTH, GH, FSH, LH, prolactina, IGF1 y testosterona, indetectables. Tras triple estímulo no se observa modificación de los parámetros hormonales. El test de deshidratación descartó déficit de ADH. RNI en silla turca. Se aprecia fractura de hundimiento parasagital derecha del techo del seno esfenoidal, con desaparición del parénquima hipofisario y malacia frontal derecha. Campimetría: normal. Se trató al paciente con hidrocortisona, levotiroxina y testosterona, con rápida mejoría y desaparición de la sintomatología. El panhipopituitarismo postraumático fue descrito por vez primera en 1918 por Cyran. Su escasa frecuencia contrasta con los hallazgos autópsicos de pacientes que fallecen por traumatismos craneales. Entre un 16 y un 34% de los casos presentan lesiones hipofisarias, y un 42%, infartos o hemorragias hipotalámicas. Los mecanismos patogénicos incluyen: compresión de la hipófisis o núcleos hipotalámicos por edema y fracturas o necrosis isquémica de la hipófisis por sección del tallo; esta última es la más frecuente, ya que aparece en un tercio de los casos. No existe unanimidad acerca de las características e intensidad del traumatismo craneal y su correlación con la lesión hipofisaria. Las manifestaciones clínicas dependen de la edad del paciente y del grado de lesión; generalmente, en niños es frecuente la detención del crecimiento por un déficit de GH, mientras que en el adulto la principal manifestación es la de un hipogonadismo, con caída del vello, pérdida de libido e impotencia en el varón, y amenorrea y atrofia mamaria en la mujer. Los déficit de TSH y ACTH  son los últimos en presentarse. La diabetes insípida es frecuente y ocurre en un 40%; aparece entre el quinto y décimo día del traumatismo craneal,  suele ser transitoria, debido a la reabsorción del edema o  la regeneración de neuronas de la porción más alta del tallo hipofisario, y su persistencia  indicará la existencia de un daño hipotalámico. El diagnóstico de sospecha es clínico y debe confirmarse mediante determinaciones hormonales y resonancia magnética, lo cual permitirá un diagnóstico y un tratamiento temprano.

SEGUNDO CASO CLINICO PARA DISCUSION


Paciente varón de 45 años de edad sin antecedentes psiquiátricos ni médicos de interés. Al parecer cuatro días antes llevó a cabo diversos intentos autolíticos que inicialmente no confesó y posteriormente permaneció desaparecido en el monte hasta ser encontrado por un amigo, que lo trajo a urgencias. A su llegada a urgencias el paciente refirió únicamente cuadro de cefalea sin otra explicación. Se encontraba afebril, consciente, orientado, GCS (Glasgow Coma Score) 15 puntos, pupilas isocóricas y normorreactivas y sin déficits neurológicos. Presentaba heridas incisocontusas con costras en varias localizaciones (tres en región frontal, una en región temporal derecha y una en región submamaria izquierda) que no dejaban entrever la presencia de cuerpos extraños en esas localizaciones. En la auscultación se objetivó hipoventilación en base izquierda, siendo el resto de la exploración física normal. Se practicó Rx tórax que mostró neumotórax izquierdo y cuerpo extraño compatible con clavo a nivel de tercio medio de hemitórax izquierdo.
Se entrevistó nuevamente al paciente reconociendo enese momento haberse disparado otros cuatro clavos en la cabeza, por lo que se practicaron Rx de cráneo y una TC de cráneo. La Rx cráneo objetivó la presencia de cuatro clavos a nivel intracraneal: uno frontal izquierdo de 4 cm, dos frontales derechos de 4 y 2 cm y uno a nivel temporal derecho de 4 cm. La TC de cráneo mostró que ninguno de los clavos había atravesado en su trayectoria estructuras vasculares ni había signos de hemorragia. El paciente fue valorado por el neurocirujano, el cirujano torácico y el psiquiatra de guardia e ingresado en el servicio de observación de urgencias. Se solicitó a la familia una muestra de los clavos utilizados, comprobándose la longitud y estructura de los mismos. Se instauró profilaxis antibiótica con ceftriaxona durante 1 semana. No se instauró profilaxis anticomicial. Tras colocar el drenaje pleural en urgencias no se consiguió expansión pulmonar, por lo que el paciente fue intervenido con carácter urgente por el servicio de cirugía torácica y, seguidamente, por el de neurocirugía en el mismo acto quirúrgico.

CASO CLINICO PARA ANALIZAR LA PROXIMA SESION


Mujer de 32 años de edad, diestra, cuya madre sufrió un accidente de tráfico en el quinto mes de embarazo, por lo que permaneció en reposo hasta el parto, que fue prolongado y se requirieron fórceps. A los 8 años de edad empezó a presentar episodios caracterizados por malestar inespecífico, seguido de sensación de opresión en la garganta, tras lo cual tomaba entre sus manos el crucifijo que colgaba de su cuello y comenzaba a orar suplicando poder controlar las crisis. A continuación perdía la conciencia. La frecuencia aproximada de estos episodios era de tres a cuatro por mes, y la mayoría ocurrían durante el sueño. Además, refería trastornos mnésicos que se habían incrementado en los últimos años. Su examen neurológico era normal. Su tratamiento consistía en divalproato de sodio 1.000 mg/día, lamotrigina 25 mg/día en dosis ascendente, y levetiracetam 1.000 mg/día. Previamente, había recibido diacepam, fenobarbital, difenilhidantoína y carbamacepina.
Se realizó un videoelectroencefalograma (v­EEG) de superficie en el que el registro interictal constató la presencia de ondas agudas en la región temporal anterior derecha. La paciente presentó cuatro crisis durante el estudio, dos de ellas durante el sueño. Estaban caracterizadas por la repetición estereotipada de las frases siguientes: ‘Virgencita del Valle, alma del tío Jorge, alma del abuelo, por Dios te lo suplico, no nos dejes caer en la tentación, vuelve a nosotros tus ojos… madre abogada nuestra, no nos desampares ni de noche ni de día’, inicialmente con voz tenue para luego ir incrementándola. De forma simultánea, presentaba sensación de opresión en la garganta, automatismos oromandibulares y deglutorios e inmovilidad/distonía del miembro superior izquierdo; en el período postictal, se observaba inquietud psicomotriz leve. Las crisis tenían una duración aproximada de cuatro minutos. El trazado electroencefalográfico ictal evidenció atenuación de voltaje en la región temporal anterior derecha (F8­T4), con posterior inicio de actividad reclutante de 8­9 Hz, la cual aumentaba paulatinamente de amplitud y disminuía de frecuencia, permaneciendo en la misma localización. El inicio clínico fue 10 s posterior al inicio electroencefalográfico.
La resonancia magnética (RM) cerebral mostró una alteración de la señal asociada a menor tamaño de las circunvoluciones y marcada disminución de la sustancia blanca en la región temporooccipital del lado derecho, conjuntamente con una asimetría del cráneo, de menor tamaño en el mismo lado. No se observaron alteraciones en las estructuras temporales mesiales. La RM con espectroscopia mostró descenso del pico de N­acetil­aspartato en la región temporal derecha.
La evaluación neuropsicológica evidenció una ligera alteración en las funciones ejecutivas, compatible con un déficit leve con patrón frontal. Se planteó como hipótesis la presencia de un área epileptógena temporal mesial derecha frente a un área operculoinsular derecha, y se decidió realizar una monitorización invasiva con v­EEG.
Se realizó una implantación combinada con una red de 20 contactos (4 × 5) en la región opercular (suprasilviana) y cinco electrodos profundos ortogonales. Tres de ellos registraban la actividad de la amígdala derecha, la cabeza del hipocampo, el cuerpo del hipocampo y la neocorteza temporal lateral del giro temporal medial. Uno testaba la ínsula anterior y la neocorteza temporal lateral del giro temporal superior, y el otro la ínsula posterior y la neocorteza temporal lateral del plano temporal y del giro de Heschl.